domingo, diciembre 04, 2005

Arelys y su humanidad de banda ancha

Arrastra su abultada humanidad para llegar al cibercafe. Su aire es impecable; un conjunto de lino rojo, zapatos negros de tacón alto que violan la ley del equilibrio, una cartera de tonos rojizos y Chanel Nro. 5 que advierte su presencia.

La Dra. Arelys llegó virgen a la red, enviando postales virtuales a sus amigos, viendo presentaciones en Power Point de auto ayuda o reenviando correos a sus allegados para colaborar con el niño de tres piernas izquierdas que vive en Papua Nueva Guinea. Y como sucede generalmente con todo aquel que Internet atrapa, desfloró sus sentimientos y necesidades más profundos vaciándolos en la red.

Como dama profesional y bien educada apenas se les escucha la voz:

- Buenos días señor, ¿Sería tan gentil de rentarme un computador por el lapso de una hora?.

- Si como no, Use el PC 18.

- Gracias es usted muy amable.

Se dirige al PC rentado y se sienta en una silla de sistema neumático y espaldar graduable. Su voluminoso cuerpo como por obra de arte desaparece la silla. Si no fuera por mí reconocimiento de los objetos y mobiliarios que me rodea, diría que está levitada.
Su mano derecha embutida de varios anillos, se presta a tomar el mouse o ratón. Con dificultad -por el grosor de los dedos- hace dos clics en el icono de Internet Explorer y luego ejecuta el Messenger con similares malabarismos.
Le ha llegado como reloj ingles a su Hotmail el correo “Solo para Chicas”. Son hombres desnudos que muestran sus atributos.
Se le eriza la piel y es mucha piel que recorrer. Los ojos que los párpados escondían se rebelan con la dilatación de las pupilas. Y sus labios que hace tiempo se entregaron a Baco se hinchan con la presencia de sus perezosas hormonas.
Saborea cada fotografía, las desgasta con su mirada. Usa el scroll para desearlos y juega con ellos rozándole el puntero del ratón por aquellas partes que mas le llaman la atención. Como moderna Amazona los toma como trofeo. Introduce un disquette de 1.44 megas y los destina a ser unos y ceros.
La dama va más allá. Es avezada en el arte del desdoblamiento. Tiene un amante virtual que la desea todos los días. En esos mundos de emoticones y falsarios ella se llama Sasha; una joven de 22 años, esbelta y deseada.
Aprendió el léxico de los Chat; smyles, caritas, abreviaciones. Le encanta el smyle de Pamela Anderson “:-)-{8”.
Envía sus fotografías al amante que no son sus fotos sino sus deseos de ser quien no es.
Su tiempo de conexión ha terminado, paga y se retira del cibercafe. La Dra. Arelys vuelve a ser quien siempre fue. La dama de conjunto de lino rojo, zapatos negros de tacón alto que violan la ley del equilibrio, una cartera de tonos rojizos y Chanel Nro. 5 que delata su lejanía.

1 comentario:

La beba dijo...

hey... ta bien! nu has pensado en escribir pal diario edl zapato rojo... jeje, aunke un cyber nadie llega a tener sex... pero con la maginacion se llega lejos, y con solo detalles se llegan a lugares inimaginados